¡Una pizca de sal a la hora del desayuno!
Pequeñas cantidades de sal son una parte esencial de una dieta sana y balanceada, y son vitales para muchas funciones del cuerpo. La sal se compone de sodio y cloruro, dos sustancias que ayudan a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo, mantienen los nervios saludables, favorecen la absorción de nutrientes y mantienen la función muscular.
Sin embargo, el consumo excesivo de sal puede contribuir a la presión arterial alta y aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovasculares. La mayoría de las guías dietéticas internacionales y nacionales recomiendan que los adultos no consuman más de 6 g de sal por día e incluso menos para los niños (de 3 a 6 g según la edad). Sin embargo, las autoridades de salud pública nacionales e internacionales se están enfocando en iniciativas y políticas para reducir el consumo de sal a nivel poblacional.
Sabor a sal y granos naturales
La sal se encuentra en una variedad de alimentos y cumple muchas funciones, como mejorar el sabor, conservar y dar textura. Los cereales para el desayuno contienen solo una pequeña cantidad de sal y, por lo general, aportan menos del 10% de la ingesta diaria promedio. En los cereales para el desayuno, la sal desempeña un papel importante en la calidad del producto y es un componente clave del sabor del grano. Sin sal, el consumidor percibe el sabor natural del grano como crudo. Para cada cereal se desarrolla una receta individual basada en pruebas de consumo para obtener la mejor percepción del sabor, vida útil y atractivo del producto.